Tiempo de lectura: 9 minutos aprox.
Éste, es parte de una serie de artículos sobre el sistema escolar en Japón.
Japón es una cultura muy jerárquica. Discutir con
un superior se considera como un desafío a la autoridad. Esto también afecta al
sistema educativo. Por lo tanto, los estudiantes les hacen caso a sus
profesores. De la misma manera, profesores obedecen a los directores. Y estos
siguen las instrucciones de las juntas locales de educación, quienes a su vez
siguen las directrices del ministerio de educación. Como resultado de lo
anterior, los estudiantes no participan mucho en clases y desde pequeños
aprenden a ser sumisos ante sus superiores. Yo sé que seguir al jefe a ojos
cerrados nos puede parecer extraño, pero no olviden lo que les dije al
principio sobre el confusionismo. Son una cultura con una visión diferente de
las cosas.
Como mencione antes, hay mucho énfasis en seguir las normas. Según el ministerio, la idea de las reglas en la escuela es para que los estudiantes disfruten de una sana convivencia y logren desarrollarse mejor. De hecho, en Japón, solo el 9% de los estudiantes indica que en la mayoría de las clases al profesor le tomaba mucho tiempo lograr el silencio en la sala. Esta cifra es baja si se la compara con el promedio de la OECD, que es de 26% (y el de Chile no lo quise ni mirar, pero es 35%). De hecho, la PISA muestra que los aprendizajes de los estudiantes se ven afectados negativamente en ambientes donde toma mucho tiempo lograr silencio.
Ahora, si bien en los ‘90 aplicar castigos usando la violencia física ya era ilegal, esta era tácitamente aceptada. Es decir, era común y aceptado ver a profesor golpeando a los hombres desordenados (eso explica porque los animé de los ’80 - ‘90 los personajes se golpeaban, no lo hacían por ser una caricatura, sino que eran un reflejo realista de las relaciones de poder en Japón). En el caso de las mujeres, estas suelen ser tan sumisas que de inmediato vuelven al orden. Sí, todo muy machista. Las pequeñas niñas crecen además viendo a sus profesoras que, pese a que les pagan lo mismo que a los varones (cómo en pocas profesiones en Japón), muestran un comportamiento sumiso ante sus pares hombres. Además, a cualquiera que intente mostrar individualidad u originalidad se le llama la atención, puesto que la educación japonesa te lleva a pensar en el colectivo y actuar de acuerdo al grupo, o a seguir al líder. Incluso, si el docente no le llama la atención fuertemente a los desordenados, los estudiantes lo consideran un mal profesor. Un fenómeno interesante, pero triste a la vez, es que en los clubs de secundaria (actividades extraescolares) se reproduce la jerarquía y la violencia del profesor hacia estudiante durante las clases. Sin embargo, en este caso, la violencia es del alumno mayor hacia el recién llegado a la secundaria. (De hecho, en Slum Dunk se ve esto en los primeros capítulos. Sorprende a todos que Haramichi, un cabro recién llegado de 1°, se le ponga choro a los cabros más grandes, quienes usualmente hacen y deshacen con los mas chicos).
En los ’90 se criticaba que el currículo era mucho contenido, obligaba a memorizar y a estudiar para la prueba. Afectando la creatividad, el pensamiento independiente y la individualidad. Considerando esto, desde los 2000, el ministerio de educación de Japón declara haber tomado medidas al respecto ¿Fueron suficientes?
La inclusión era otro aspecto que estaba en deuda en el sistema japonés en los ’90. Los niños en situación de discapacidad no eran incluidos en las escuelas, puesto que se pensaba que retrasarían a los otros niños si compartían la misma aula. Existían escuelas especiales para ellos. Si bien, en la actualidad aun queda camino por avanzar, ahora los niños en situación de discapacidad pueden alternar entre ir a clases con el resto de sus compañeros o ir a una sala donde ellos reciben ayuda especial.
Respecto a la situación actual, dejo algunos datos que nos arroja la PISA 2018 basado en las respuestas de los estudiantes de 15 años.
Otros temas sobre Educación en Japón:
Ir a: Profesores
Ir a: Escuela Secundaria Menor
Ir a: Escuela Secundaria Mayor
Como mencione antes, hay mucho énfasis en seguir las normas. Según el ministerio, la idea de las reglas en la escuela es para que los estudiantes disfruten de una sana convivencia y logren desarrollarse mejor. De hecho, en Japón, solo el 9% de los estudiantes indica que en la mayoría de las clases al profesor le tomaba mucho tiempo lograr el silencio en la sala. Esta cifra es baja si se la compara con el promedio de la OECD, que es de 26% (y el de Chile no lo quise ni mirar, pero es 35%). De hecho, la PISA muestra que los aprendizajes de los estudiantes se ven afectados negativamente en ambientes donde toma mucho tiempo lograr silencio.
Ahora, si bien en los ‘90 aplicar castigos usando la violencia física ya era ilegal, esta era tácitamente aceptada. Es decir, era común y aceptado ver a profesor golpeando a los hombres desordenados (eso explica porque los animé de los ’80 - ‘90 los personajes se golpeaban, no lo hacían por ser una caricatura, sino que eran un reflejo realista de las relaciones de poder en Japón). En el caso de las mujeres, estas suelen ser tan sumisas que de inmediato vuelven al orden. Sí, todo muy machista. Las pequeñas niñas crecen además viendo a sus profesoras que, pese a que les pagan lo mismo que a los varones (cómo en pocas profesiones en Japón), muestran un comportamiento sumiso ante sus pares hombres. Además, a cualquiera que intente mostrar individualidad u originalidad se le llama la atención, puesto que la educación japonesa te lleva a pensar en el colectivo y actuar de acuerdo al grupo, o a seguir al líder. Incluso, si el docente no le llama la atención fuertemente a los desordenados, los estudiantes lo consideran un mal profesor. Un fenómeno interesante, pero triste a la vez, es que en los clubs de secundaria (actividades extraescolares) se reproduce la jerarquía y la violencia del profesor hacia estudiante durante las clases. Sin embargo, en este caso, la violencia es del alumno mayor hacia el recién llegado a la secundaria. (De hecho, en Slum Dunk se ve esto en los primeros capítulos. Sorprende a todos que Haramichi, un cabro recién llegado de 1°, se le ponga choro a los cabros más grandes, quienes usualmente hacen y deshacen con los mas chicos).
Otro aspecto de la educación en Japón es la
cultura de los exámenes. Japón cuenta con una población muy homogénea. Ellos
poseen una desigualdad moderada y hay muy pocos inmigrantes en el sistema
escolar. Por ende, los ponen a todos a hacer lo mismo y asumen que todos los
niños tienen el mismo potencial para aprender. Bajo esta lógica se supone que, si
uno se esfuerza lo suficiente, le debería ir bien. Entonces, en Japón, los
exámenes se utilizan para clasificar a los estudiantes, ya que estos miden tu
esfuerzo. “Estudia para ser alguien en la vida”, no es una frase
para nada exagerada en el sistema de creencias japonés. El historial académico
de una persona afecta significativamente su posición social como adulto. La
lógica es algo así: Si me va bien en la secundaria menor, quedaré
seleccionado en una prestigiosa secundaria mayor, la cual me permitirá ser
elegido para entrar a una prestigiosa universidad, la que me dará un título que
me permitirá tener un gran trabajo. Por todo esto, para los estudiantes fallar en un examen no es visto como
una derrota temporal, sino que lo consideran una humillación permanente. Está claro
que esta forma de pensamiento es super discutible, ya que no todos tenemos
desarrolladas los mismos tipos de inteligencia y un examen escrito
probablemente no va a medir todas las habilidades de una persona. Además,
producto de esta cultura de los exámenes, se generan muchos problemas
emocionales en los jóvenes. Si les va mal, es porque no se han esforzado lo
suficiente. La frustración por los exámenes o el ser culpados por no
esforzarse lo suficiente lleva a la violencia escolar. A veces, también la
violencia se da porque los niños son victimas de violencia intrafamiliar.
En los ’90 se criticaba que el currículo era mucho contenido, obligaba a memorizar y a estudiar para la prueba. Afectando la creatividad, el pensamiento independiente y la individualidad. Considerando esto, desde los 2000, el ministerio de educación de Japón declara haber tomado medidas al respecto ¿Fueron suficientes?
La inclusión era otro aspecto que estaba en deuda en el sistema japonés en los ’90. Los niños en situación de discapacidad no eran incluidos en las escuelas, puesto que se pensaba que retrasarían a los otros niños si compartían la misma aula. Existían escuelas especiales para ellos. Si bien, en la actualidad aun queda camino por avanzar, ahora los niños en situación de discapacidad pueden alternar entre ir a clases con el resto de sus compañeros o ir a una sala donde ellos reciben ayuda especial.
Respecto a la situación actual, dejo algunos datos que nos arroja la PISA 2018 basado en las respuestas de los estudiantes de 15 años.
Japón
|
OECD
|
Chile
|
|
Estudiantes que sufrieron acoso escolar en el
último mes
|
17%
|
23%
|
24%
|
Faltó a clases en las ultimas dos semanas
|
2%
|
21%
|
10%
|
Llegó tarde a clases en las últimas dos semanas
|
13%
|
48%
|
68%
|
El profesor disfruta hacer clases
|
70%
|
74%
|
81%
|
Los compañeros cooperan unos con otros
|
64%
|
62%
|
52%
|
Los compañeros compiten entre sí
|
34%
|
50%
|
48%
|
Me siento solo en la escuela
|
12%
|
16%
|
22%
|
Me siento satisfecho con mi vida
|
50%
|
67%
|
64%
|
Casi siempre me siento feliz
|
91%
|
91%
|
94%
|
Casi siempre me siento triste
|
9%
|
6%
|
8%
|
Cuando fallo, me preocupa lo que otros piensen de
mi
|
77%
|
56%
|
51%
|
De la tabla y considerando lo visto en las partes anteriores, podemos caracterizar a los estudiantes japoneses como personas que casi no faltan a
clases y suelen llegar puntualmente. Es más común verlos cooperar, más que competir en el aula.
Tienen preocupación de que la sociedad los juzgue por sus errores y, a un grupo
importante, esta presión los llevaría no estar plenamente satisfechos con sus
vidas.
En el caso del estudiante chileno, podríamos caracterizarlo como alguien impuntual para llegar a clases. Una cantidad no menor se habría sentido víctima de acoso escolar o se siente solo. No existe una tendencia clara hacia la cooperación ni hacia la competencia entre ellos, ya que ambas se darían casi por igual.
En el caso del estudiante chileno, podríamos caracterizarlo como alguien impuntual para llegar a clases. Una cantidad no menor se habría sentido víctima de acoso escolar o se siente solo. No existe una tendencia clara hacia la cooperación ni hacia la competencia entre ellos, ya que ambas se darían casi por igual.
Otros temas sobre Educación en Japón:
Ir a: Contexto japonés
Ir a: Rol del Estado
Ir a: Profesores
Ir a: Escuelas
Ir a: Escuela Primaria
Ir a: Escuela Secundaria Menor
Ir a: Escuela Secundaria Mayor
Ir a: Cultura escolar
Ir a: Ideas finales
Principales fuentes
- OECD, Program for International Student Assessment (PISA) http://www.oecd.org/pisa/
- Nemoto, Y. (1999). The Japanese education system.
- Ministerio de educación de Japón: https://www.mext.go.jp/en
- Datos macroeconómicos del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y similares.
Comentarios
Publicar un comentario